
París es para los japoneses la ciudad del romanticismo, la alta costura y la vieja Europa. Es posiblemente el viaje más soñado y deseado de cualquier persona nacida en Japón. Pero… cuando llega ese día tan esperado, algunos de ellos se deprimen. 20 japoneses al año tienen que volver a su país e interrumpir el viaje de su vida por un trastorno bautizado como el «Síndrome de París».
¿Qué es el Síndrome de París o Pari shōkōgun?
Primero hay que concretar que el Síndrome de París le puede suceder a cualquiera que visite la capital de Francia.
Sin embargo, los japoneses son los más susceptibles a sufrirlo.
Es un trastorno mental transitorio (y leve) que causa palpitaciones fuertes del corazón. Esta aceleración del corazón produce mareos y dificultad para respirar. En el peor de los casos, se experimenta alucinaciones. Se podría decir que es el primo hermano del Síndrome de Stendhal, descubierto por la psicóloga Graziella Magherini y descrito en su libro La sindrome di Stendhal.
El Síndrome de Stendhal es consecuencia de estar frente algo tan bello que nos hace colapsar los sentidos. No obstante, el síndrome de París es causado por una enorme decepción.
¿Por qué los japoneses sienten una enorme decepción al visitar París? Nosotros, como europeos, tenemos en un pedestal a la ciudad francesa. Sus museos, sus calles, su grastronomía… ¿Qué hace que los japoneses se depriman al descubrir su ciudad tan soñada?

¿Por qué los japoneses sufren el Síndrome de París?
Asociaciones y psiquiatras relacionados con Japón y la cultura japonesa culpan a los medios de comunicación nipones de que los japoneses sufran este trastorno.
Estas asociaciones y psiquiatras dicen que la publicidad y las revistas japonesas muestran la ciudad de París como un lugar donde todo es lujo y belleza.
Los turistas japoneses, al llegar a París y no ver a las modelos de las revistas andar por la calle o los amaneceres parisinos que también han visto en las revistas, caen en depresión.
¿Es éste realmente el motivo? En mi opinión, no lo es. Para entender este trastorno, hay que viajar a Japón siendo europeo.

Viajar a Japón: un país mejor que Francia
Vamos a imaginar que estás viajando y necesitas ir al baño. Te ha pasado, ¿verdad?
¿Cuántas veces -en una situación así- has acabado en un baño publico o de un bar que has preferido olvidar? Haces tus necesidades lo más rápido posible y sales a la calle como si te persiguiera el demonio. Puto asco ¿verdad?
Pues hay un país en el mundo donde ir a un baño público es casi un placer… Ese país es Japón.
Yo he viajado a Japón. Y te puedo asegurar que es un país que destaca por la alta calidad que ofrece en cada uno de sus servicios.
En Tokyo, no importa donde vayas, pagas un café y en el baño de la cafetería encontrarás un retrete como nunca has visto un inodoro. Limpio y listo para que tu lo uses. Si quisieras, podrías lamerlo. NO EXAGERO.
Y la calidad de los servicios no sólo se refleja en los baños. La obsesión de los japoneses por ofrecer calidad la encontrarás en la decoración del lugar, la silla en la que te sientas, la temperatura del local y, sobretodo, encontrarás calidad por lo que estás pagando: si estás en una cafetería, el café estará delicioso. Tendrás la sensación que nunca antes habías tomado un café así. NO EXAGERO.
Japón: un país Premium
También he estado en París.
Y también he sentido la necesidad de usar un baño en París.
He pagado 4 euros por un café y el baño del lugar estaba encharcado de pis. Sucio a más no poder y mejor no hablaré del olor…
¿Os imagináis ahora el choque cultural de un japonés al llegar a París?
Una cultura que está acostumbrada la honradez y a la higiene extrema llega a Europa y se encuentra con calles sucias y locales de restauración caros en los cuales que te vayas satisfecho es lo de menos…

El Síndrome de París REAL
Entonces, el Síndrome de París no es consecuencia de la idealización que los japoneses tienen de la ciudad francesa.
Piénsalo. Vas a la torre Eiffel y te la esperabas diferente. ¿No podrías aceptarlo? Por supuesto que sí. Por las calles de París no hay modelos semi desnudas mirándote sensualmente. ¿Son los japoneses tan ingenuos? Para nada…
Entonces, ¿Por qué los japoneses sienten esta decepción en París?
Respuesta sencilla.
Los japoneses sufren este trastorno porque no se sienten arropados en una ciudad que tenían tantas ganas de visitar… Así de simple.
Cafés caros y sucios. El museo del Louvre con miles de personas, colas interminables y caos organizativo. ¿Era éste el viaje tan soñado y que tanto les ha costado?
Yo también me deprimiría.
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